En Rehabot te contamos qué técnicas se usan en la rehabilitación neurológica ictus para ayudar a una persona a volver a ponerse de pie, recuperar el equilibrio y ganar confianza.
¿Por qué es tan difícil ponerse de pie después de un ictus?
El ictus daña parte del cerebro. Esa parte puede ser la responsable del control del movimiento, la fuerza muscular o el equilibrio. Por eso, aunque las piernas estén físicamente “bien”, el cuerpo ya no responde igual.
Además, muchas personas pierden la sensación de su lado afectado, lo que hace que tengan miedo a caerse. Esto provoca inactividad, y cuanto más tiempo pasa, más se debilitan los músculos.
La rehabilitación neurológica ictus trabaja precisamente en este punto: reconectar el cuerpo con el cerebro, paso a paso.
¿Cuándo se puede empezar a trabajar para volver a ponerse de pie?
En muchos casos, cuanto antes se comience, mejor. Siempre que el médico lo autorice, los ejercicios pueden comenzar en la cama o incluso en silla, con ayuda del fisioterapeuta.
Los primeros días no se busca que el paciente se levante solo, sino que vaya ganando conciencia corporal, mejorando el tono muscular y activando reflejos posturales.
Técnicas efectivas para ponerse de pie después de un ictus
A continuación, explicamos técnicas reales que se usan en clínicas como Rehabot, especializadas en la rehabilitación neurológica ictus. Todas estas se adaptan al nivel de cada persona.
1. Entrenamiento de transferencia de peso
Es uno de los ejercicios más importantes. Consiste en enseñar al cuerpo a soportar el peso sobre la pierna afectada, poco a poco. Al principio, se puede hacer sentado, inclinando el tronco hacia un lado y otro.
Más adelante, se realiza de pie, con apoyo de barras paralelas o de un terapeuta. Este entrenamiento mejora el equilibrio y la confianza, dos claves para evitar caídas.
2. Uso del espejo
El cerebro necesita “verse” funcionando. Con el uso de un espejo, el paciente puede observar su postura al intentar levantarse, corrigiendo asimetrías sin necesidad de órdenes complejas. Este recurso también activa zonas del cerebro responsables del control motor.
3. Facilitación neuromuscular
Aquí, el fisioterapeuta aplica ciertos estímulos (presión, estiramiento, contacto táctil) en músculos concretos mientras el paciente intenta moverse. El objetivo es “recordar” al cuerpo cómo moverse correctamente.
Este tipo de técnica se adapta a cada persona, y es muy común en fases tempranas.
4. Entrenamiento asistido para ponerse de pie
El paciente se sienta al borde de la cama o en una silla alta. Con ayuda, apoya los pies en el suelo, inclina el tronco hacia delante y empuja con las piernas. Al principio, el terapeuta puede ayudar con un arnés o sujeción bajo los brazos, para guiar el movimiento y evitar caídas.
Con el tiempo, este gesto se automatiza. El objetivo es que la persona pueda levantarse sin ayuda.
5. Estimulación eléctrica funcional (FES)
Se colocan pequeños electrodos en los músculos para estimularlos con impulsos eléctricos, mientras se intenta realizar el movimiento. Esto refuerza la conexión entre el cerebro y el cuerpo, ayudando a recuperar fuerza muscular.
Esta técnica no duele y es muy útil cuando hay debilidad significativa.
La importancia del entorno y la repetición
Ninguna técnica funcionará si no hay entrenamiento constante. El cerebro necesita repetición para aprender de nuevo. Pero no se trata solo de hacer ejercicios: también es clave el apoyo emocional, la motivación y la paciencia.
Además, el lugar importa. Un entorno como el de nuestra clínica en Málaga, con profesionales especializados en rehabilitación neurológica ictus, puede marcar una gran diferencia. Porque no solo trabajamos el cuerpo: también enseñamos al cerebro a “volver a empezar”.
¿Qué hacer en casa para complementar la rehabilitación?
Aunque la parte más técnica debe hacerse con profesionales, hay pequeños gestos diarios que ayudan:
- Animar a la persona a cambiar de postura varias veces al día.
- Realizar ejercicios suaves de movilidad de brazos y piernas.
- Estimular el lado afectado: tocarlo, moverlo, mirarlo.
- Celebrar cada avance, por pequeño que sea.
Un consejo clave que pocos pacientes conocen
¿Sabías que visualizar mentalmente el movimiento también ayuda al cerebro a recuperarlo?
Aunque suene extraño, imaginarse poniéndose de pie paso a paso, varias veces al día, activa las mismas zonas cerebrales que cuando lo haces de verdad. Este ejercicio mental, guiado por un terapeuta, potencia los resultados de la rehabilitación.
Con las técnicas adecuadas, el tiempo necesario y el apoyo profesional correcto, muchas personas que han sufrido un ictus vuelven a levantarse por sí mismas. No es fácil, ni rápido, pero es posible.
En Rehabot, nuestra clínica de rehabilitación neurológica ictus en Málaga, acompañamos a cada paciente desde los primeros movimientos hasta recuperar su independencia. Si tienes preguntas, o quieres saber más sobre cómo ayudamos, estaremos encantados de escucharte.
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