Un ictus, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), ocurre cuando se interrumpe el flujo de sangre hacia el cerebro. Esto puede suceder por dos razones principales: un bloqueo en los vasos sanguíneos (ictus isquémico) o la rotura de los mismos (ictus hemorrágico). En ambos casos, el tejido cerebral afectado no recibe suficiente oxígeno ni nutrientes, lo que puede causar daño cerebral permanente o incluso la muerte.
Lo preocupante es que los ictus son una de las principales causas de discapacidad y muerte a nivel mundial. Por eso, conocer cómo reducir el riesgo de padecer uno es esencial.
Principales factores de riesgo de un ictus
Existen varios factores que pueden aumentar la probabilidad de sufrir un ictus. Algunos de ellos son inevitables, como la edad o los antecedentes familiares. Sin embargo, muchos otros están relacionados con el estilo de vida y pueden ser modificados. Veamos los más importantes:
1. Hipertensión arterial
La hipertensión es el factor de riesgo más importante y común para el ictus. Cuando la presión arterial es constantemente alta, se genera un mayor esfuerzo en los vasos sanguíneos, lo que puede debilitarlos y aumentar el riesgo de obstrucciones o roturas.
¿Cómo prevenirlo?
- Mantén una dieta equilibrada baja en sal y rica en frutas, verduras y granos integrales.
- Realiza actividad física regular, como caminar 30 minutos al día.
- Evita el consumo excesivo de alcohol y el tabaco.
- Realiza chequeos médicos periódicos para controlar tus niveles de presión arterial.
2. Diabetes
La diabetes aumenta el riesgo de ictus porque los niveles altos de azúcar en la sangre pueden dañar los vasos sanguíneos, haciéndolos más propensos a bloquearse o romperse.
¿Cómo prevenirlo?
- Mantén un peso saludable.
- Controla tus niveles de glucosa en sangre mediante una dieta adecuada y ejercicio.
- Sigue las indicaciones de tu médico y, si es necesario, toma medicamentos para gestionar la diabetes.
3. Tabaquismo
Fumar daña los vasos sanguíneos y aumenta la probabilidad de que se formen coágulos. Además, disminuye la cantidad de oxígeno en la sangre, lo que agrava el daño cerebral en caso de un ictus.
¿Cómo prevenirlo?
- Si fumas, busca ayuda para dejar de hacerlo. Existen terapias, medicamentos y grupos de apoyo que pueden facilitar el proceso.
- Evita la exposición al humo de segunda mano.
4. Sedentarismo
Llevar un estilo de vida sedentario puede contribuir a la obesidad, la hipertensión y la diabetes, todos ellos factores de riesgo para un ictus.
¿Cómo prevenirlo?
- Incorpora al menos 150 minutos de actividad física moderada a tu semana. Esto puede incluir actividades como caminar, nadar o bailar.
- Realiza pequeños cambios en tu rutina, como usar las escaleras en lugar del ascensor o dar paseos cortos después de comer.
Otros factores a tener en cuenta
Además de los factores mencionados, hay otras condiciones y hábitos que pueden aumentar el riesgo de ictus:
- Colesterol alto: El exceso de colesterol puede obstruir las arterias. Mantén una dieta equilibrada y consulta con tu médico si necesitas medicación.
- Estrés crónico: El estrés prolongado puede elevar la presión arterial y afectar tu salud cardiovascular. Practica técnicas de relajación como la meditación o el yoga.
- Consumo excesivo de alcohol: Beber en exceso puede aumentar la presión arterial y dañar los vasos sanguíneos. Modera su consumo.
¿Qué cambios puedes hacer hoy para reducir tu riesgo?
La clave para prevenir un ictus está en adoptar hábitos saludables. Aunque pueda parecer abrumador cambiar varios aspectos de tu vida al mismo tiempo, recuerda que cada pequeño paso cuenta. Aquí tienes algunas ideas para empezar:
- Prepara un plan semanal de comidas saludables.
- Establece un horario para caminar o realizar actividad física.
- Busca apoyo en amigos, familiares o grupos para dejar de fumar o mejorar tu estilo de vida.
- Programa una revisión médica para conocer tu presión arterial, niveles de azúcar y colesterol.
Prevenir un ictus no es una garantía de que nunca suceda, pero reducir los factores de riesgo puede marcar una gran diferencia. La mayoría de las medidas preventivas están relacionadas con decisiones que puedes tomar en tu día a día.
En RehabOT, estamos comprometidos con tu salud y bienestar. Si tienes dudas o necesitas orientación personalizada, no dudes en contactarnos. Recuerda: cada paso que des hacia un estilo de vida más saludable es un paso que te aleja del riesgo de un ictus.
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